
Todos los días llega un momento en el que siento miedo.
Aunque durante el resto del tiempo me olvide,
y obligue a mis pies a salir a la calle
sin pensar en los pasos que van dando.
entre algo que no se parece a la luna
y algo que no se parece a soñar.
Pero ¿ A quién le importa eso?
Sonará la música, saldremos a la calle, y beberemos,
haciendo como si nada hubiera pasado.
¿O es qué acaso ha pasado algo?
Nadie contesta porque nadie también tiene miedo.
¿Y qué pasa con el resto?
¿Dónde se esconden los demás cobardes?
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